La revista local «La Encina de Sacedón» en su edición número 4, publicada en 2009, nos ofrece un variado contenido sobre la vida en Monterrubio de la Sierra y alrededores. Entre los temas destacados, se incluyen actividades culturales, eventos comunitarios y reconocimientos importantes.
Reconocimientos destacados
- Portada dedicada a la Cueva de la Mora, paraje simbólico y enigmático del entorno de Monterrubio, fotografiado por Manuel Serrano.
- La Asociación recibe un Premio de ACASAN por su participación en la Ruta de Belenes, reconocimiento compartido con todo el pueblo.
Eventos comunitarios y tradiciones
- Entrevista al concejal de urbanismo, repasando logros municipales y el papel de la Asociación Cultural como motor del pueblo.
- Matanza tradicional 2009 organizada por el Bar García Miguel, con gran implicación vecinal y festiva.
- Excursión a Olmedo, con visitas guiadas al Parque Mudéjar, iglesias y al Palacio del Caballero de Olmedo.
- Anuncio de actividades destacadas: Ofrenda Floral, Hoguera de San Juan, fiestas de agosto.
Iniciativas solidarias
- Colaboración en actividades inclusivas como el proyecto solidario de ASPRODES, con participación de Amador García Mateos, vecino de Monterrubio.
Deporte y actividades al aire libre
- Excursiones culturales que combinan historia, paisaje y convivencia intergeneracional.
Cultura y tradición
- Artículo “Recuerdos de mi infancia” de Emi G. Cortés, un relato vívido, irónico y emotivo sobre la vida rural en décadas pasadas.
- Sección “Anuario 1914” con un repaso histórico al Monterrubio de principios del siglo XX.
- Coplas y anécdotas populares como la historia de la vaca perdida convertida en fiesta patronal.
Gastronomía y creatividad
- Sección “Los maridos en la cocina” con recetas de flan de café y ensalada de bacalao con naranja.
- Recomendaciones literarias para todas las edades: desde cuentos infantiles hasta novelas de Stieg Larsson.
La edición número 4 de La Encina de Sacedón mezcla memoria, humor y participación ciudadana en cada página. Monterrubio de la Sierra reafirma su identidad a través de la voz de sus vecinos, sus sabores, sus caminos y sus leyendas.